Hablamos de delitos sexuales cuando nos ubicamos en el
discurso jurídico y la referencia es la norma como pacto social y cultural que
constituye a los llamados delitos sexuales es la violencia erótica.
Para abordar las causas generadoras de la violencia erótica
hay que definirla analizar a los sujetos involucrados en los hechos, su
definición esencial, los vínculos que establecen entre ellos y en los ámbitos
en que ocurren (espacio social, territorial, normativo). así, el ámbito de la
violencia erótica y de los llamados delitos sexuales es en primer término la
sexualidad, y no la drogadicción, la crisis, la desintegración familiar ni el
hacinamiento. en todo caso, estos fenómenos inciden sobre hechos cuyas causas
están en la sexualidad y son definidas por el poder.
la violencia erótica sigue normas generales; no es natural,
espontánea ni arbitraria: es histórica y se va dando sólo en ciertas
circunstancias e involucra a sujetos específicos. veamos:
1. la violencia erótica
es un hecho constitutivo de la sexualidad, aunque en el sentido común se
considere que es anormal, exterior, disfuncional, y que no es parte de la
sexualidad.
2. es una expresión de
poder, de ahí que sea ejercida por quienes tienen poder sobre quienes no lo
tienen.
3. sintetiza varios
poderes: el del género dominante en la sociedad conjugado con el que otorga la
edad, con el que se deriva de la plenitud integral del sujeto y con el que
emana de la autoridad.
dado el predominio patriarcal masculino, son en general
hombres quienes ejercen la violencia erótica, y las víctimas son mujeres e
infantes de ambos géneros. por su género y por su edad, mujeres y niños son
vulnerables a la violencia erótica, unas y otros están sujetos a opresiones
específicas, y su indefensión ante la violencia erótica es parte de esta
opresión. son también sujetos a opresión por edad los ancianos y cualquier
menor.
ambas formas de opresión se caracterizan porque los sujetos
oprimidos se relacionan con los opresores desde la inferioridad, en la
dependencia vital y bajo su dominio.
4. la violencia erótica expresa también el poder sobre el
desvalido, es decir, sobre los sujetos inválidos física, intelectual o
afectivamente. los enfermos, los lisiados, los locos, todos los vulnerables,
son víctimas de quienes los cuidan, que por ese hecho y por su plenitud
adquieren poder sobre ellos. todo inválido es víctima idónea de la violencia
erótica.
5. la violencia erótica es la concreción del poder que
otorga la autoridad. son víctimas de ella los sujetos que en estructuras
sociales jerárquicas y en instituciones y espacios corporativos y totales
ocupan posiciones de subordinación: los presos en las cárceles, los soldados en
el ejército, los policías de bajo rango. los agresores están entre sus jefes. y
todos ellos, superiores o inferiores, fuera de su corporación son poderosos
frente a los simples ciudadanos.
los cuerpos de coerción se distinguen porque muchos
violadores pertenecen a ellos, el ejército y las distintas policías. al
privilegio genérico se suman el privilegio y la supremacía del poder militar y
policíaco sobre los civiles y la sociedad. en una situación de privilegios
patriarcales, los hombres con poder de clase, casta o corporación, lo usan como
cualquier poderoso: agreden a las mujeres y se apropian eróticamente de ellas.
los agresores se amparan en los uniformes, las armas, los
vehículos y la protección que reciben de las corporaciones, que ocultan el
delito y protegen al agresor. la impunidad proviene del carácter mismo de esas
corporaciones, cuya definición gira en torno al terror que ejercen.
0 comentarios:
Publicar un comentario