MONARQUÍA:
La monarquía es una forma de
gobierno de un Estado (aunque en muchas ocasiones es definida como forma de
Estado en contraposición a la república) en la que la jefatura del Estado o
cargo supremo es:
Personal, y estrictamente unipersonal (en
algunos casos históricos se han dado diarquías, triunviratos, tetrarquías, y en
muchas ocasiones se establecen regencias formales en caso de minoría o
incapacidad o valimientos informales por propia voluntad).
ARISTOCRACIA:
La aristocracia como sistema gubernamental es por definición
el gobierno de los mejores. La palabra aristocracia proviene del griego,
significando aristos “el mejor” y kratos “gobierno”. Esto implica que un
gobierno aristocrático es uno en el cual el acceso al poder está reducido a un
número relativamente pequeño de personas que son elegidas normalmente por
linaje, herencia o por contar con alcurnia. En algunos casos, la aristocracia
también puede estar orientada a cuestiones intelectuales y por tanto se considerará
que sólo los individuos instruidos y con determinadas capacidades intelectuales
son las responsables de llevar a cabo el gobierno.
Si nos mantenemos en el sentido político, podemos además
agregar que la aristocracia es entonces opuesta a otras formas de gobierno
tales como la monarquía (el gobierno de una sola persona), la plutocracia (el
gobierno de los ricos) y esencialmente de la democracia (el gobierno pueblo)
DEMOCRACIA:
Democracia es una forma de
organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la
sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del
Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo
mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad
a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia
social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se
establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
La democracia se define también a partir de la
clásica clasificación de las formas de gobierno realizada por Platón, primero,
y Aristóteles, después, en tres tipos básicos: monarquía (gobierno de uno),
aristocracia (gobierno «de los mejores» para Platón, «de los menos», para
Aristóteles), democracia (gobierno «de la multitud» para Platón y «de los más»,
para Aristóteles)
TOTALITARISMO:
Se conoce como totalitarismos a
las ideologías, los movimientos y los regímenes políticos donde la libertad
está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el poder sin divisiones ni
restricciones.
Los totalitarismos, o regímenes totalitarios, se
diferencian de otros regímenes autocráticos por ser dirigidos por un partido
político que pretende ser o se comporta en la práctica como partido único y se
funde con las instituciones del Estado. Estos regímenes, por lo general exaltan
la figura de un personaje que tiene un poder ilimitado que alcanza todos los
ámbitos y se manifiesta a través de la autoridad ejercida jerárquicamente.
Impulsan un movimiento de masas en el que se pretende encuadrar a toda la
sociedad (con el propósito de formar una persona nueva en una sociedad
perfecta), y hacen uso intenso de la propaganda y de distintos mecanismos de
control social y de represión como la policía secreta.
Autoritarismo: en las relaciones sociales, es una modalidad del ejercicio de la autoridad que
impone la voluntad de quien ejerce el poder en ausencia de un consenso
construido de forma participativa, originando un orden social opresivo y
carente de libertad y autonomía. La sociedad preindustrial está marcada por la
imposición de una fuerte autoridad y jerarquía en todos los órdenes (religioso,
político, económico, etc.), con una indiscutida autoridad masculina y paterna
dentro de la familia (patriarcado, paternalismo, machismo), frente a los grados
cada vez mayores de libertad y autonomía propios de la sociedad industrial y la
sociedad postindustrial. En el contexto psicológico individual, pero también
social, se define la personalidad autoritaria. En educación, se define la
pedagogía autoritaria, heterónoma o tradicional, frente a la pedagogía
progresista
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